jueves, 23 de febrero de 2012

El efecto lucifer.

Algunos de los procesos psicológicos que explican conductas aberrantes son la desindividuación (por ejemplo con uniformes, pinturas de guerra, etc.) que hace que el sujeto sea anónimo y se reduzca su responsabilidad personal sobre el mal causado, actuando sin límites y la dehumanización (por ejemplo mediante propaganda sobre las víctimas) que despoja a las víctimas de su condición humana, hace verlos como animales, dignos del mal que se les va a causar. Otro factor que contribuye al mal es la observación pasiva por parte de los testigos de las atrocidades, la llamada maldad por inacción, que supone que los “malvados” crean que quienes saben lo que ocurre lo aprueban por su silencio. 
 
¿Qué es lo que hace que los otros parezcan tan distintos de nosotros a pesar de que NO lo somos? Los prejuicios, creernos diferentes a los demás y ajenos a lo que a ellos les afecta, nos hacen ser aún más vulnerables a las presiones situacionales porque menospreciamos su poder tanto como sobreestimamos el nuestro. 
      Lo único que nos separa como especie humana son nuestras ideas, nuestro afán de "individualidad" Nuestro sentido de YO. Nos creemos tan únicos y distintos, que no concideramos al otro, no tenemos el concepto de Alteridad.
  Y cuándo lo hacemos, cuando nos quitamos el nombre y nos volvemos parte de una masa, no lo hacemos para solidarizarnos y convertirnos en el todo, en el universo. Sino para ser uno más, para ser un nadie, un anónimo al que no se puede identificar, al que no se puede juzgar.

       En definitiva, son estas ideas, estas masas, estos sin nombre... torturadores, terroristas, milicianos que masacran pueblos enteros, seguidores del nazismo que mataron a miles de judíos, que en la mayoría de los casos son personas normales, a las que el poder de la situación les ha llevado a actuar de determinada forma, a los que el anonimato del grupo les ha permitido seguir adelante con sus vidas y superar la disonancia entre su pensamiento y su conducta.

 Menciona Zimbardo en su libro "El efecto Lucifer" "no somos tan diferentes a aquellas personas que cometen estos actos tan deleznables.

  Del mismo modo que es relativamente sencillo que cualquiera de nosotros pueda cometer un acto de maldad, cualquiera de nosotros puede convertirse en héroe, sólo hace falta que las fuerzas situacionales dirijan nuestra conducta en un determinado sentido, en un momento concreto. La autoridad, el grupo, distorsiones, harán que actuemos como nunca habíamos imaginado que podríamos hacerlo."

Referencia: http://psicologiaycriminologia.blogspot.com/2010/08/el-efecto-lucifer-zimbardo-origen-de-la.html

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